Decidiste amarme sin poner condiciones, sin buscar perfección, desenfrenadamente sin dar excusas, sin pedir permiso, con el pretexto simple e iluso de amarme por siempre, de escogerme para ser tu reina.
Con tu deseo de hacerme feliz pintaste mil sonrisas en mi boca y conociste los secretos que intente esconder de todos, Me descifraste, aprendiste mis trucos, entendiste mis mañas, descubriste mis gustos, escuchaste los lamentos, viviste mis historias desdichadas, llenaste mi marcado corazón vacío, desinteresadamente por pura dicha mía, viste en mi gracia, una que tal vez no exista; así me amaste.
Sin un beso me robaste mil suspiro y sin saberlo aceleraste mis latidos y en una ráfaga de pensamientos me llené de dudas por todo ser tan de repente y decidí perderte por razones distintas a las que conoces, por tener el corazón tan roto, te prefiero perdido a herido, así que decidí seguir sola y permanezco hasta que triunfe, sin ti... Porque así lo quise y así lo merezco, amando al amor de alguien más como alguien te amara a ti que eras mío, construyendo mi felicidad a mi modo.
Y hoy pasan los días y te sigo sintiendo cerca aunque te se perdido, porque me amas aunque estés con otra, como el primer día que me amaste…
