Miro el mar y es tan inmenso como mis dudas, a las que no espero encontrar respuestas, porque se las llevaron los espíritus cuando decidieron el destino de mi amor sin preguntarme.
Viviré con la duda de como se siente tu primer beso, el beso que me pertenecía pero te llevaste,me intriga saber donde ocultaste mis cartas antes de irte, que palabras habrás escrito y en que suaves versos habrás plasmado mi nombre, tengo la duda del significado de aquella ultima mirada y sobre todo si fue mi culpa, si habré sido tan inoportuna como para mandarte al infinito?
Miro la luna tan blanca, tan llena, brilla solo porque esta en medio de la oscuridad, como esa alma negra pintada por tantas razones de un blanco turbio que el tiempo me regalo como compensación por robarte; su sonrisa, perfecta, me trajo consigo un deseo de llegar al cielo y brincar cada estrella y usar la luna de trampolín. Me quede con las ganas de que fuera contigo.
Y mi corazón moldeado a mitad por amores maltrechos y silencios absurdos que convierten mis manos frías. Huidas y un millón de decepciones que rebozan mis lagrimas desde el interior.
Y vuelvo a mirar al mar, que ya casi se acaba y me sorprenden mis dudas, esas que quizás es mejor no contestar y que trascienden décadas, amores, lagrimas; las mismas de cuando te fuiste.